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IMPACTO
¿QUÉ SIGNIFICA FAIRTRADE®?
CADA VEZ QUE COMPRAMOS UN PRODUCTO ORGÁNICO CERTIFICADO COMERCIO JUSTO®, CONTRIBUIMOS AL COMPROMISO SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL.
Todos hemos probado el chocolate Fairtrade® o el café Fairtrade®, pero ¿qué significa realmente el algodón Fairtrade®?
El 90% de los productores de algodón del mundo viven en países en desarrollo, donde las condiciones laborales inseguras e injustas están muy extendidas. La presión de las grandes empresas de fast fashion y las subvenciones mantienen artificialmente bajo el coste mundial del algodón. Esto presiona a los pequeños agricultores.
Nuestro objetivo es permitir que los agricultores tengan más control sobre sus vidas y decidan cómo invertir en su futuro. Concretamente, Fairtrade® permite a los agricultores proteger su salud y su entorno natural como parte integrante de su propia capacidad de recuperación.
Podríamos cerrar los ojos y tranquilizarnos produciendo todo localmente, en el País Vasco, con algodón importado imposible de rastrear. Pero nos mantenemos con nuestro enfoque inclusivo de producir en diferentes países por sus respectivas fortalezas y necesidades.
SÓLO EL 1% DEL ALGODÓN UTILIZADO EN LA INDUSTRIA DE LA MODA ES ORGÁNICO. NOS ALEGRAMOS DE FORMAR PARTE DE ESE PORCENTAJE.
Cuando nos invitaron a unirnos a la cooperativa Chetna en 2016 sentimos que era una oportunidad única para tener una contribución positiva tangible. Desde entonces, hemos ayudado a muchos agricultores a pasar de un cultivo de algodón tradicional al orgánico.
Chetna es una organización de pequeños productores y una cooperativa independiente de los estados indios de Telengana y Odisha. Trabajan con los agricultores para detener o reducir el uso de agroquímicos y recuperar las técnicas tradicionales de compostaje y control de plagas. Sus campos de algodón se riegan con agua de lluvia, lo que reduce la huella hídrica, y las semillas de algodón modificado genéticamente están prohibidas.
FAIRTRADE® DA A LOS AGRICULTORES LA CONFIANZA Y EL APOYO NECESARIOS PARA PASAR A LA AGRICULTURA ECOLÓGICA.
Los agricultores tardan unos tres años en obtener la certificación ecológica aunque durante este tiempo, aprovechan para utilizar prácticas orgánicas para reequilibrar el suelo y el ecosistema.
